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Mutilación genital femenina

Según la OMS la mutilación genital femenina comprende todos los procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos. No se aporta ningún beneficio a la salud de las mujeres y niñas, es más puede provocar graves problemas de salud. Se calcula que más de 140 millones de mujeres en el mundo han sido sometidas a esta práctica y la cifra aumenta día tras día.

¿Dónde se practica?

Aunque se realiza en todo el mundo la mayoría de mujeres que la sufren se concentran en África.

¿Cuál es el procedimiento?

Se clasifica en cuatro tipos:

1. Clitoridectomía: resección parcial o total del clítoris
2. Excisión: resección parcial o total del clítoris y los labios menores y/o mayores.
3. Infibulación: extirpación del clítoris y los labios mayores y menores, a continuación estrechamiento cosido de la vulva dejando únicamente una pequeña abertura para la sangre menstrual y la orina.
4. Otras prácticas sin clasificar.
¿Por qué se practica?La mutilación de los genitales externos femeninos se practica por una serie de creencias religiosas, factores culturales y sociales respecto al papel de la mujer. Se cree que garantiza la virginidad de la mujer hasta el matrimonio sobretodo si se aplica la infibulación debido al doloroso procedimiento para reabrir la vagina y permitir el coito. Además la comunidad considera que la extirpación del clítoris reduce la libido femenina y se evita así las relaciones fuera del matrimonio.

¿Tiene base religiosa?

El origen es desconocido pero se han encontrado momias egipcias de mujeres con signos claros de esta práctica. Muchas comunidades se apoyan en la base religiosa para seguir con esta tradición, pero lo cierto es que no existen textos que prescriban la mutilación genital femenina.

Problemas derivados

Se realiza sin anestesia con herramientas (piedras, cuchillos, navajas…) sin esterilizar y en lugares en condiciones totalmente antihigénicas. Puede provocar problemas que perdurarán a lo largo de la vida de la mujer, los más frecuentes son las infecciones por las heridas, fuertes dolores, hemorragias, trastornos renales o menstruales, complicaciones en el parto e incluso infertilidad. Pero no solo causa daños físicos, sino también psíquicos asociados al trauma de la “operación” como problemas en la vida sexual y trastornos psicológicos que pueden generar traumas importantes.

Nuestro trabajo

CCONG ha iniciado una campaña para sensibilizar a toda la población en los países donde trabajamos, todo desde la base del respeto y la comprensión. Para eliminar una práctica tan arraigada las comunidades deben conocer los problemas de salud que causa a la mujer. Sólo desde la plena conciencia de la realidad podrán evitar a sus hijas su mismo destino. Por ello, trabajaremos mediante talleres y charlas apoyados en todo momento por los profesionales sanitarios de la zona que nos ayudaran a transmitir los conocimientos de la forma más adecuada.

No es una tarea fácil ni de inmediato resultado, todo lo que se consiga ahora se verá reflejado en las futuras generaciones.

Conciertos solidarios

Hemos llegado a un acuerdo con la Fundación Lux para destinar la recaudación, que obtienen a través de sus conciertos de música clásica, a la sensibilización en África sobre la práctica de la mutilación genital femenina.