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CAMINANTES

José Manuel Valveldre

Delegado de Matadepera

¿Mar o montaña?

Me considero una persona de mar porque he vivido en el mar. El patio de mi colegio era la playa cuando estudiaba bachiller en Melilla. Hoy aún he de tener el mar cerca, su magia.

¿Dónde estamos hoy y con quién?

En la montaña. Con unos íntimos amigos míos, una amistad que con algunos de ellos es ya de 40 años.

¿Cómo se consigue una amistad como ésta?

La amistad para mí tiene dos ingredientes importantes: el descubrimiento de lo que te une y el respeto a lo que te desune. Las cosas que te unen en cuanto a gustos, a relaciones… eso te une en pensamientos… pero también hay cosas que no son lo que tu piensas y ahí entra la consideración, respetar esa diferencia. O sea que es el respeto a la diferencia y lo que te une a la persona, las cosa en común. Y eso hay que saberlo trabajar.

¿Cómo?

La amistad es muy importante y hay que darse cuenta también de quiénes son tus amigos. La sal y el azúcar son iguales pero saben diferente. Hay que saber elegir a las amistades. Y cuando se escoge una amistad hay que intentar fomentarla, servirla, dar, no pedir pero dar todo lo que tú tienes. Cuando se da todo lo que tú tienes pero no se pide es cuando surge una gran amistad.

La solidaridad, es una red de gente que no se conoce…

Los seres humanos somos complejos pero hay una cosa importante que une al ser humano, que todos llevamos encima y solo tenemos que descubrirlo, que es el amor. El amor es lo que une. Cuando se hace algo en común por una causa, esta red se convierte en una sola entidad que va hacia un objetivo concreto que es el de la ayuda.

Estos días, con CCONG llenasteis dos tráileres con comida, ropa… para enviar a Ucrania. ¿Cómo ha sido esa experiencia?

Cuando hay una catástrofe sientes que tienes que ayudar, que tienes que colaborar aunque sea con un grano de arena. Llenamos dos trailers  gracias a donaciones de gente absolutamente anónima.

¿Un grano de arena puede tener alguna utilidad?

No hay que hacer grandes cosas, se tienen que poner objetivos que se puedan cumplir. No vale poner objetivos muy grandes si no se van a conseguir. Se empieza por poco y se termina por donde uno llegue. Un pequeño aire en el océano es capaz de formar un huracán.

Hay familias que no pueden ofrecer nada porque también están necesitadas ¿La ayuda ha de ser necesariamente material?

No siempre se tiene que dar en un sentido económico. Cuando vas por la calle y ves a una persona pidiendo siempre le puedes dar una sonrisa. Si le tratas como a un ser humano, eres amable y le saludas esa persona lo va a agradecer, le puedes hacer un bien muy grande.

¿Qué te ha aportado ser voluntario?

Siempre cuando das aprendes. Aprendes a que tienes que dar más. Cuando das de alguna forma, el universo te recompensa en tu espíritu humano.